Desde Paris 1991 a Granada 2018. Desde la ciudad que sin duda más me influenció hasta la que es mi ciudad. 27 años, 14 exposiciones, 9 ciudades. Una vida. Una pasión.
Un verso que se diga sin palabras. O si palabras tiene, nada expresen. Una línea en el aire, un gesto breve. Que, en un hondo silencio, me resuma. La voluntad que quiere, la mano que escribe.
La caligrafía china es una representación, casi exenta de la función semántica. Un logos ebrio, olvidado de si mismo. Cada carácter, cada pincelada, debe ser cosa viva y su lectura revelación maravillada.