Shinden Ediciones (Barcelona) – 148 páginas
En este ensayo, rindo homenaje a la mujer japonesa y al importante papel que ésta desempeñó en el desarrollo de la cultura y la escritura en el Japón medieval. Hay que tener en cuenta que la caligrafía en kana ha sido injustamente desatendida por la historia cuando fue precisamente la mujer del medievo japonés quien depositó su alma dejando en este arte la impronta de la sensibilidad artística de su corazón. Japón no puede ser concebido sin la mujer, así como la caligrafía tampoco puede ser concebida sin ella y ambas a su vez no podrían concebirse sin el silencio. El signo caligráfico intermedia en la comunicación y el silencio es su aliado más preciado. La caligrafía más representativa de Japón tiene alma de mujer y sin alma no existiría la caligrafía. Japón no puede dejar de mirarse con ojos de mujer.