(J.L. Castillejo)
Editorial Mandala Ediciones (Madrid) – 352 páginas
Es el relato de una experiencia de vida que recoge la sociedad del convulso siglo XX y del no menos caótico mundo del arte, la influencia mutia, la necesidad de comprenderse para desde el sentir expresar lo que se mueve. La perspectiva que hereda la pintura se deshace por estática, anquilosada y en la ruptura de sus movimientos, escenifica el desorden de su sociedad. La búsqueda de un ritmo nuevo, de la energía interior que aflroa inquieta nos lleva al trazo del arte chino cuyo origen en la pintura de palabras despierta el gesto que se adueña del arte al pintarse las poesías de José Saramago. Su lectura nos traspasa a la danza que se oye imprimiéndose en el movimiento que el pincel desvela, desentraña, plasma el viaje que es el camino de la vida.